CONGRESO
Toni Cantó: «Los animales no tienen derecho a la vida ni a la libertad»
El diputado de UPyD desata las iras al defender las corridas de toros pero negar las subvenciones con una polémica frase
Y es que Toni Cantó, diputado de UPyD, compareció el lunes en el Parlamento para debatir sobre la Iniciativa Legislativa Popular que declara los toros como Bien de Interés Cultural. Este personaje, y poniendo en su boca las palabras de el que él considera su referente, el filósofo Fernando Fernández-Savater, se atrevió a decir que "los animales no tienen ni derechos ni obligaciones" y que no son "nuestros iguales éticos" aunque el ser humano si está obligado a "considerar sus padecimientos y velar por su bienestar".
Pues bien, como por suerte para mi este blog es mio y por eso mismo digo lo que me da la gana, y por desgracia para usted Sr. Cantó, atravieso una de esas épocas oscuras dominadas por el exceso de mal humor, voy a atreverme a decir, y utilizando mi reconocido derecho a la libertad de expresión, un sonoro y visceral; ¡Que le den por el mismísimo culo a usted, y su opinión".
Primero decirle que si hay algo que me da asco es que existan personajes públicos que utilicen su relevancia mediática para meterse en política aprovechando su fama para captar seguidores y más cuando defienden unas ideas, para mi gusto, del todo reprobables. Segundo, que me parece infame que hagan uso de titulares que saben van a ser polémicos para conseguir que determinada noticia aparezca en todos los medios, cuando son del todo conscientes de que sin el uso de esos titulares, esa noticia no merecería ni un espacio mínimo en la esquina de cualquier periódico de provincias. Y tercero, le recomiendo que antes de defender a capa y espada una idea, se moleste en investigarla mínimamente y recopile todas las opiniones porque quizás, no solo se quedaría sorprendido sino que seguramente se retractaría rápidamente de todo lo dicho en su comparecencia.
Respeto su afición taurina y aunque obviamente no la comparto, no puedo ser yo la que decida sobre los gustos de cada persona. Entiendo que desde su punto de vista, pueda encontrarle un sentido a esa frase por usted pronunciada de que "los animales no son nuestros iguales éticos" aunque si he de sacarle un pero le diré que si se molesta en buscar la definición de la palabra ética, comprobará que se trata de "una rama de la filosofía que se encarga de estudio racional de la moral" cosa que desde un punto de vista objetivo es del todo imposible para cualquier animal al carecer, tanto de moral con de la posibilidad del "estudio" de ésta. Así que supongo que está usted en lo cierto con eso de que los animales no son nuestros iguales éticos, pero no por el carácter peyorativo que usted ha querido otorgarle a la frase sino por una cuestión de simple y pura lógica.
Ahora bien. Si he de discrepar totalmente con esa afirmación de que "los animales no tienen derecho a la vida ni a la libertad". Realmente hay solo tres opciones para que usted haya tenido la poca vergüenza de pronunciar esta frase: o que la haya utilizado, como ya he dicho, para darle relevancia mediatica a una noticia que carecía de ella, que haya sufrido un leve episodio de diarrea mental en el que se ha visto incapacitado para pronunciar frases coherentes y con sentido, o que usted se considere adalid de la verdad absoluta y poseedor del derecho de marcar la linea entre el bien y el mal y se crea capacitado para decidir quien tiene derecho a que.
Personalmente me inclino más hacia la segunda opción, porque me parecería del todo miserable que fuera cualquiera de las otras dos opciones.
Y sobre todo, me indigna de forma espectacular que el propio congreso de los diputados de cabida a personajes como este para expresar libremente opiniones tan atroces como ridículas, cuando son perfectamente conscientes de que somos cientos de miles de españoles los que nos vamos a sentir terriblemente ofendidos por declaraciones tan estúpidas como las vertidas por el Sr. Cantó.
Además, me gustaría aprovechar para darle una pequeña clase de eso que usted tan fervientemente defiende y que por lo visto, tan poco se ha molestado en investigar. Primero explicarle que tan irracionales no serán los animales cuando está perfectamente demostrado que poseen sentimientos tan "civilizados" como son la empatía, la fidelidad, la tristeza o alegría, el miedo o incluso la inquina. Tan mentalmente inútiles no serán cuando son innumerables los casos de animales utilizados para la detección de drogas o explosivos, para facilitar la vida de personas que cuentan con algún tipo de discapacidad, para las terapias cognitivas o incluso para las tratamiento del trastornos de espectro autista y yendo un poco más lejos, hasta para la detección de determinados tumores.
Y ya profundizando en el tema taurino, me parece bochornoso que siga existiendo un determinado grupo de población que se empeñe en reconocer como un "bien de interés cultural" algo tan morboso y salvaje como es el supuesto "arte" de la tauromaquia. Podría llegar a comprender la utilización de estos animales en espectáculos públicos siempre que se garantizase, no solo el que no sufrieran ningún tipo de daño, sino en el que la finalidad de tal reprobable exhibicion no fuera otra que la muerte, de forma cruel del pobre animal.
Estos incomprendidos seres, a los que el Sr. Cantó se ha atrevido a arrebatar de forma absoluta su derecho a la vida, son objeto de la mas inhumana de las torturas. Primero, y para el que no sea muy entendido en el tema, explicarle que, 24 horas antes de la corrida, estos animales son encerrados a oscuras para que cuando salgan al ruedo, la luz y los gritos de los espectadores les hagan sentir la necesidad de salir huyendo y dar así la imagen de bravura tan alabada por el público. Pero lo único cierto es que el instinto natural de cualquier animal es huir, y no atacar. Segundo si el torero percibe que el animal embiste con demasiada brabura, ordena al picador hacer su trabajo, consistente en desangrar al toro para debilitarlo, clavándole en el lomo lanzas que destrozan sus músculos, lesionando además vasos sanguíneos y nervios. Y todo esto para que el torero pueda brindar la expresión artística que se supone que debe tener este tipo de espectáculos. Las banderillas que se les clava en el lomo no tienen otra finalidad que la de que el animal vaya desangrándose y perdiendo así más fuerza a cada movimiento. La perdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impiden que el toro levante la cabeza con normalidad y este es el momento en el que el torero aprovecha para hacer alarde de su valentía exponiéndose de forma (supuestamente) temeraria frente al morlaco. Después, y por si el espectáculo no resultaba ya lo suficientemente bochornoso, el animal es atravesado por una espada de 80 cms. que destroza sus pulmones, el hígado y el resto de las vísceras lo que le provoca un aplaudido vomito de sangre. A veces el animal tiene la "suerte" de morir en el acto pero no como puede pensarse, porque la espada haya atravesado su corazón sino porque debido al encharcamiento en sangre de sus propios pulmones, muere ahogado por su propia sangre. Al que no corre esa misma suerte y sigue con vida, intentando huir de tan cruel tormento, lo rematan con una puntilla de unos 10 cms. que le secciona la medula espinal y el toro queda inmovilizado, dando la impresión de que ha muerto, pero por su fuerza y bravura, sigue vivo y sufriendo un indescriptible dolor.
Así que después de todo lo que acabo de escribir, voy a exponerme a recibir todo típico de críticas al preguntar abiertamente: ¿debemos considerar a los toreros maestros, artistas y valientes o simplemente, COBARDES, ASESINOS E IGNORANTES?
Y ahora es cuando quisiera preguntarle al señor Cantó, si después de leer esto, le parece compatible defender la tauromaquia a la vez que como el mismo dice el ser humano si está obligado a "considerar los padecimientos y velar por el bienestar de los animales"
Pues bien Sr. Cantó, ya que usted se atreve a atribuirse frases del anteriormente citado Fernando Fernández-Savater, yo voy a hacer lo propio y a dedicarle una del filósofo alemán Arthur Schopenhauer que dice así:
Me encanto, tengo que admitir que no lo leí todo, pero lo que leí me encanto, y digo lo mismo que usted:
ResponderEliminar''!Que le den por el mismísimo culo a usted, y su opinión¡"