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viernes, 8 de marzo de 2013

Un instante puede durar toda una vida!

La Realidad Siempre es Relativa. Eso ya ha quedado claro y nunca me cansaré de repetirlo. Pero no solo la realidad posee esa característica. Hay tantas cosas relativas como maneras de pensar y una de esas cosas, sin ningún lugar a dudas, es el tiempo.



Es increíble como puede modificarse nuestra interpretación del tiempo en función de la situación que estemos viviendo en cada momento.

A ver, dejadme que me explique. Los segundos son siempre segundos. 60 siempre en cada minuto. Corren siempre a la misma velocidad, y nadie puede controlar el paso del tiempo pero, ¿cuantas cosas pueden ocurrir en tan solo segundos? Y lo que es más, que largos pueden tornarse dependiendo de las circunstancias ¿verdad?.

Apenas unos segundos pueden parecernos eternos esperando la respuesta a una pregunta trascendental o mientras escuchamos los tonos del teléfono cuando realizamos una llamada importante. ¿Nunca habéis sufrido un accidente, en el que, en tan solo unos segundos pasan tantas cosas por tu cabeza que recuerdas ese instante como si hubiera durado una eternidad? Hay momentos que recordamos tan intensamente que nos cuesta describirlos tanto como la más larga de las experiencias. En boca de uno de los grandes....



Pero, ¿y si ocurre al revés? Aquí es donde se demuestra la relatividad del tiempo, que puede pasar tan deprisa, que minutos pueden llegar a parecernos segundos.

Todos hemos sufrido una experiencia en la que nos hemos visto sorprendidos al descubrir lo deprisa que pasan las horas. Charlas tan intensas que ni siquiera somos conscientes del tiempo transcurrido hasta que chocamos de frente con la realidad.. Abrazos en los que sentimos que el tiempo deja de correr. Películas que nos apasionan tanto y que parecen durar minutos.

Es increíble como el mismo intervalo puede verse de tantas formas interpretado. Impresiona descubrir como un mismo momento puede "durar" más o menos en función de quién o como lo viva....

Para una madre, nueve meses pueden ser eternos esperando a ver la cara de su hijo, pero pueden parecerle apenas semanas cuando descubres lo rápido que ha crecido sin apenas darse cuenta...

Una hora puede tornarse eterna en la sala de espera de un hospital, y pasar en un suspiro cuando estás con alguien de quien no quieres despedirte...

El reloj parece coger velocidad en las horas previas a llegar al trabajo y sin embargo correr tan lentamente que parece no moverse una vez comenzada la jornada...

Incluso podemos variar nuestra percepción de una misma experiencia, vivida en las mismas circunstancias, en función de quien nos acompañe...

Lo que es irrefutable, es que nunca podremos controlar el paso del tiempo...

Me gustaría acabar con una frase con gran significado, por lo menos para mi:


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