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lunes, 25 de marzo de 2013

Ser una chica outlet...

...y llevarlo con orgullo.

Y es que me he dado cuenta de que en más aspectos de los que me había percatado, soy un chica de "fuera de temporada". Bueno, o quizás, dada la proliferación actual de los negocios outlet, puedo considerarme a la moda, depende de como se mire, claro....Pero lo que si está claro es que no nado a favor de la corriente.

Soy de las que prefiere leer libros impresos a los modernos electrónicos. O de las que le gusta pasar un día entero metida en la cocina, entre cacerolas y sartenes, sin verlo una obligación o una penitencia, sino una afición. Sigo anotando mis citas en una libreta en lugar de tirar de agenda electrónica o cargando con la compra sin esperar a que vengan a traérmela a casa. Es más, voy a confesar que ni siquiera tengo lavavajillas por lo que si quiero mi vajilla limpia, es a base de estropajo y lavaplatos.

Supongo que puedo considerarme una chica chapada a la antigua en más cosas de las que podríais imaginar.   Y aunque intento "adaptarme a los tiempos" en todo lo posible, reconozco que hay muchas cosas en las que prefiero que sea el tiempo el que se adapte a mi....

Me encantan los avances, todo aquello que haya sido creado para mejorar o hacer más cómoda nuestras vidas, pero también creo que hemos llegado a un punto en el que hemos cruzado la linea de lo sensato, y que las nuevas generaciones están convirtiéndose en individuos unineuronales (con conexión wifi por supuesto) que son incapaces que llevar una vida normal si no cuentan con la última actualización de sus modernas aplicaciones.

Entre comida rápida, precocinada o aparatos de cocina ultra maravillosos que realizan todas las funciones imaginables, la expresión "comida tradicional" es algo que ha pasado a ser un reclamo para muchos restaurantes que empiezan a cobrar autenticas barbaridades por platos que en nuestra infancia eral "el pan nuestro de cada día".

Contamos con tantas aplicaciones en nuestros smartphones, iphones o tablets, que hacer un cálculo mental ha pasado a ser algo desfasado pudiendo usar la calculadora, o recordar un cumpleaños una cosa casi imposible para cualquiera de nosotros, y lo que es peor, de lo que ni siquiera nos preocupamos porque depositamos toda nuestra confianza en que nuestros aparatitos lo hagan por nosotros.

Pasar tardes enteras tienda tras tienda, con la ilusión de encontrar el regalo perfecto ha dejado de ser una tradición para ser algo absurdo, pudiendo tirar de buscador en internet. Y creo que me sobrarían dedos en las manos para contar las veces que mi teléfono ha sonado en el último año para preguntarme como estaba aunque he perdido la cuenta de los whatsapp recibidos para ese fin.

Jugar a "mamas y papas" o a "las cocinitas" ha pasado a ser algo de otra época y que ningún niño se plantea hacer hoy en día, es más, se ha convertido en algo relegado a sus ciudades virtuales o a sus comunidades sims. Y sí, llamadme antigua si queréis pero echo de menos los tiempos en los que la rivalidad nacía de ver quien tenía más cromos o los más buscados en lugar de picarse por quien tiene mas seguidores en twitter o más amigos en facebook.

Y si, lo confieso, tengo smartphone, tablet, portatil,... no soy una chica anclada en los años 80, ignorante de lo que se mueve a su alrededor. Pero eso no impide que siga enviando cartas o llamando por teléfono. Que me guste seguir mandando felicitaciones navideñas en lugar de limitarme a pulsar la tecla "enviar". Me gusta despertarme con el olor del café recién hecho y no tirar de capsulita por muy ultramoderna o cómoda que pueda resultar. Sigo prefiriendo recibir una carta personal escrita con sentimiento y la peor de las caligrafías a un mensaje super digitalizado pegado en mi muro. O escuchar un te quiero al oído antes que el más sentido y ridículo de los emoticonos en la pantalla de mi móvil.

No cabe duda de que todos los avances con los que contamos han hecho que nuestras vidas mejoren en muchos aspectos. Han convertido complicadas tareas en algo realizable con tan solo un clic. Han dado un giro en lo que a comunicación o información se refiere y han conseguido hacer posible lo que antaño hubiéramos jurado que sería imposible pero dejadme que opine que también han hecho que la esencia se pierda en muchos aspectos...

Aspectos en los que, por lo menos yo, prefiero seguir siendo una "chica outlet"...

1 comentario:

  1. hola chica oulet(falsificaciones) si falsificaciones es lo que se vende en los mal llamados oulet o saldos, lo se por que me dedico al sector.
    ningun oulet te enseñara factura de procedencia(es la garantia de producto original) ya que no pueden porque ellos compran a otros oulets mayoristas, que a su vez compran a un tercero, en conclusion, que el vestido o camiseta de calvin klein ya te digo que es falsa, fabricada en turquia y con un coste de 8dolares a ti te lo an vendido por 38,90€ o mas.
    Pero ablemos de lestbonus o paginas parecidas con descuentos del 70% o mas, noticia funcianan igual, falsificacion.
    Las grandes marcas solo venden el muestrario, pantalones talla 27, camisetas talla s, camisas talla s, zapatos y zapatillas talla 36.
    Conclusion No eres anticuada eres tonta.

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