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martes, 5 de marzo de 2013

¿Condenados a extinguirnos?

Siguiendo con esta costumbre tan habitual que estoy adquiriendo de comentar noticias actuales, creo que esta merece una más que destacada mención ¿no creéis?


El ministro del Interior solivianta a los colectivos homosexuales al cuestionar la igualdad de sus uniones y oponerse a ellas en un foro vaticana

Que conste que voy a dejar de lado la polémica en la que está basada esta afirmación y no voy a entrar a debate sobre si el matrimonio gay debería o no equiparse al, como dice el señor Fernández Díaz, "matrimonio natural", porque, primeramente me parece una cuestión de lo más absurda, a la par que antigua y fanática hasta el extremo, y segundo, porque diga lo que diga el Ministro de Interior, y por muchas pataletas lingüísticas de las que quiera hacer gala, el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho reconocido desde el 03 de junio de 2005 tanto por el Congreso, como por el Senado, incluso por el mismísimo Tribunal Constitucional, por muy inconstitucional que la legión derechista de este señor quiera seguir reconsiderándolo.

Pero en lo que si me voy a meter es en comentar las palabras del señor Ministro, que son, y siempre desde mi punto de vista, no solo desafortunadas, sino, disparatadas, y si me permitis, de lo más necias.

Para empezar, y en relación a la frase: "el matrimonio gay no garantiza la pervivencia de la especie", decirle que me parece excesivamente tremendista, demagoga y disparatada. Y que si estudiamos un poquito los datos de población mundial y las estadísticas oficiales a las que seguro que usted tiene más alcance que yo, o si me apura, si tira un poquito de google (como hacemos todos) descubrirá que:

Primero: Según diferentes estudios, obviamente con cifras que no pueden considerarse demasiado objetivas por lo estigmatizado aun del asunto, aproximadamente, entre el 4 y el 12 por ciento de la población mundial es homosexual, por lo que sería difícil que el otro 96-88 por ciento no garantizase la perpetuación "natural" de la especie.

Y segundo: Existen más de 800 millones de personas a nivel mundial que sufren carencias alimentarias. Cada día mueren aproximadamente 10.000 niños por falta de alimento, lo que supone la escalofriante cifra de 7 muertos por minuto, una cifra que por desgracia aumenta cada día, y esto sí Sr. Fernandez Diaz hace peligrar la "pervivencia de la especie" y no la opción sexual de nadie. Quizás si tanto usted, como cualquier político, me da igual español, guineano o de donde demonios sea, utilizase más su cargo y sus recursos para paliar una situación como ésta, no tendrían la necesidad de perder su tiempo en plantearse cuestiones absurdas como si el reconocimiento del derecho al matrimonio homosexual va a tener consecuencias tan ridículas como las que usted expone.

Además, señor Ministro, extrapolando un poco las palabras tan contundentes que ha pronunciado, parece querer dar a entender que el hecho de que los gays tengan la opción o no de legalizar su unión es lo que ha puesto en peligro el avance de nuestra sociedad, cuando le recuerdo, que los gays ya existían antes de esa legalización, y que el hecho de que adquieran un derecho no ha provocado que se multipliquen. ¿O es que usted piensa que por el simple hecho de prohibir esas uniones va a acabar con algo tan antiguo como es la homosexualidad?



Voy a dar por hecho, y quiero sinceramente creer en ello, que si usted ha accedido al cargo que ostenta, lo habrá hecho mediante oposición pública, y desde mi mas sincera ignorancia, creo entender que uno de los requisitos para ese tipo de oposiciones es el estudio de la Constitución Española. Pues bien, Sr. Fdez-Días, a modo de recordatorio quiero dejarle el art.1.1 de esa constitución, la nuestra, y que dice:

Artículo 1.1
España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

Recuerde señor ministro, igualdad, libertad y justicia, y hasta donde yo leo, no hay letra pequeña que indique "excepto si eres gay". ¿A quedado claro?

Y siguiendo con su intervención, en la que no solo ha tocado un tema tan trillado ya como es la polémica sobre el matrimonio gay, sino que se ha atrevido a solicitar que se le otorgue a la asignatura de religión la misma categoría educativa que cualquier otra "asignatura fundamental", le diré, primero, que cuando el hecho de creer más o menos en dios tenga cierta relevancia en mi currículum o cuando, el misterio de la santísima trinidad sea una pregunta de examen de oposición, empezaré a pensar en esa asignatura (la de religión) como equiparable a cualquier otra, y segundo, que en relación a su frase:
Si el 75% de la población española que se declara católica actuase en coherencia, determinadas leyes nunca se habrían aceptado",
Decirle que, y utilizando sus misma palabras, si la población española (me da igual si católica o no) actuase con coherencia, no permitiría que usted o el resto como usted que nos gobiernan y dirigen, manejasen nuestras vidas como si de marionetas se tratase, ni consentirían que nuestro país lleve el rumbo que lleva, cuna de corruptos, demagogos, populistas y farsantes. Le recomiendo que no solicite tan fervientemente que la población haga uso de su coherencia, o corre el riesgo de cambiar su cargo de Ministro del Interior por uno más acorde, engordando las ya voluminosas listas de desempleados.

Y ahora, para finalizar, y a modo de reflexión personal, le diré que aguardo con especial interés la salida del armario de cualquier miembro de las filas de su partido, primero para disfrutar como espectadora de la repercusión de una exclusiva de ese tipo y segundo, para ver, si de una vez por todas, la mentalidad y las ideologías que tan ferreamente defienden, empiezan a adaptarse un poco más al siglo en el que vivimos, porque muy señores mios, creo que empiezan a confundir lo tradicional con lo arcaico o incluso, con lo rancio.

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