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sábado, 27 de julio de 2013

Nos educan para creer....

Nos educan para creer que la muerte no es el final, sino quizás un nuevo principio....Que existe "algo" más. Algo que compense las agonías y sufrimientos que padecemos "hoy", concienciandonos de que el "mañana" será aun mejor. 

Nos educan para creer que la pareja es algo de dos, hombre y mujer, algo casi obligado, algo necesario. Nos convencen en que nuestra meta es encontrar esa supuesta media naranja, obviando que quizás podamos ser felices siendo la naranja entera, o lo que es mejor, siendo parte de una improvisada macedonia....

Nos educan para creer que los hombres no lloran, que deben ser protectores e insensibles, inmunes al miedo, invulnerables ante los sentimientos. Fuertes y capaces. Dispuestos y por que no, inagotables..... 

Nos educan para creer que debemos sacrificarnos por el bien común, por el del grupo, por el de la familia, por el de la pareja... En creer que lo acertado no es ser un "yo" sino un "nosotros". En creer que lo correcto es ser generoso con los demás, obviando que el egoísmo no es más que la generosidad hacia uno mismo...

No educan para creer que familia es la que comparte lazos de sangre. Que madre es la que pare y que un padre merece respeto. Ante todo, pese a todo...

Nos educan para creer que el miedo es algo infantil, algo ridículo imposible de confesar. Y la soledad, un sentimiento no impuesto, algo elegido, algo voluntario...

Podría rebatirlo todo. Hablar de sentimientos y de soledad. De miedos, de amores, de mariposas y familia. De respeto, de padres, de hijos. De agonía, de paraísos, de naranjas y de lágrimas. De egoísmo...
Pero creo que la mejor manera de terminar sería con un simple: "alguien dijo una vez que......" 


La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.
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Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.



sábado, 6 de julio de 2013

¡¡¡ Bienvenidos al GayWorld !!!

Preparados, listos..... Ya está todo preparado para el desfile del "Orgullo Gay": Día de exageración hasta el extremo, de explosión de color y sobredosis de charol. Día de cuero y alcohol. De música, fiesta y sexo, porqué no decirlo. Y sobre todo, día aprovechado, desafortunadamente desde mi punto de vista, para reivindicar y manifestar ideas que podrían tratarse en otros escenarios pero bueno....

No tengo ningún problema con el mundo gay. Chico busca chico. Chica busca chica. Es algo que me resulta del todo indiferente. Ni lo critico ni lo "respeto", porque soy de las que piensa que respetarlo sería enfatizar en una diferencia que no creo que exista. ¿O a caso el resto "respetais" el mundo hetero? Pero es por ese motivo por el que quizás me chirría un poco el hecho de que se aproveche un desfile como el del orgullo, como algo reivindicativo, en lugar de darle el matiz que realmente tiene, que es el de la fiesta, el de la diversión, el de la celebración... No pretendo ser polémica ni encender la llama en absoluto pero este siempre ha sido el lugar donde he expresado mis opiniones más sinceras y me gustaría hacerlo con este tema también, pese a quien pese, se ofenda quien se ofenda, aunque esa no sea mi intención en absoluto...

Quizás la rara sea yo, pero me sigue pareciendo del todo incongruente que un tío de 100 kilos, enfundado en un traje de cuero rosa, con el culo al aire, meneándose al ritmo de la música en plena gran vía, intente convencerme de que con ello solo trata de "aportar normalidad al mundo gay" o reivindicar su derecho a serlo, porque para mi consigue más el efecto contrario. Me encanta el desfile, me encanta lo hortera y exagerado. Me encanta la fiesta. Pero de ahí a considerarlo una lucha por los derechos hay un gran abismo. He insisto en que es solo mi opinión y puede estar equivocada o no pero seguiré pensando que reivindicar el derecho al matrimonio, la adopción o simplemente a la pura y simple aceptación está, para mi, reñido con el cuero, la vaselina y las lentejuelas...

Pero bueno, una vez tirada la piedra que seguro que va a traer más de una crítica, y una vez metidos en el mundo gay, analicemos un poco, ¿os parece? Porque para el que piense que esto se reduce a un simple chico-chico o chica-chica, está pero que muy muy muy equivocado. Entramos en el gayworld!!

Lesbianas: hasta aquí todo claro. Mujer busca mujer. Nadie se pierde pero..... ¿y si os cuento términos como "butch" "lipstick lesbian" "femme" "Shapphis"? ¿a que os suena eso ya? Reconozco que no soy demasiado conocedora de este super universo gay pero últimamente he ido conociendo más cosas y me ha dado por investigar y descubrir hasta donde llega toda esta odisea. Lesbianas femeninas, (femme) o hiper femeninas encaramadas perpetuamente a sus estiletos (high femme). Lesbianas masculinas (butch). Lesbianas femeninas que les gustan otras lesbianas femeninas (lipstick lesbian) O incluso lesbianas con carácter masculino pero apariencia femenina (lipstick butch)

Este es un impresionante universo lleno de etiquetas. Etiquetas que por cierto, y de nuevo, desde mi punto de vista, no favorecen en nada a esa perpetua lucha por la normalización. Supongo que será una característica inherente al ser humano pero esa manía nuestra de delimitarlo todo hace flaco favor a la lucha de derechos ¿no creéis?

Y los chicos ¿pensabais que iban a quedarse atrás en esto de los nombrecitos? Pa-ra-na-da!!
Tops (activos), bottoms  (pasivos). Los hay con una estética mas definida, como puede ser el cuero (leathers), lo hipermasculino, pelo en pecho incluido (osos), Locas en toda regla, de esas que hacen de la exageracion extrema su estilo de vida.... Vamos, un universo, lo que yo os decía!!

Y ya, expandiendo horizontes, podemos hablar de bisexuales, los más afortunados, todo hay que decirlo. Aquellos que no se enmarcan en ningún grupo. Y mis eternos desconocidos, lo reconozco: los transexuales. Aquellos cuya identidad sexual no se corresponde con su género. Aunque aquí no voy a profundizar demasiado porque es complicada hasta para mi. Trans gays, trans heteros, un lío vaya....

Vamos que si algo ha quedado claro es que el sexo no es un mundo, sino "El Mundo". Gays, Lesbianas, Heterosexuales, Transexuales, Bisexuales, Asexuales,.... Un amplio catálogo para elegir, con lo fácil que sería vivir enamorándote y follando a tu gusto sin necesidad de tanta etiqueta, pero bueno...
Mientras tanto, y en estera de ese día, toca posicionarse así que ¿y tú como eres?

martes, 2 de julio de 2013

¿Demasiado yo?

He descubierto que soy "demasiado".... Y no es egocentrismo ¿eh? Nada más lejos. Pura y dura realidad. Vaya, o debo serlo a juzgar por las veces que he oído estas últimas semanas lo de: "eres o tienes demasiado....."
Me explico....

Llevo, por circunstancias varias, (bodas, cenas y demás eventos) saliendo de compras casi cada día de las últimas tres semanas. Hasta ahí perfecto. Nada que objetar. Encantada incluso, podríamos decir. Pero después de recorrer el primer millón de tiendas, ese "encantamiento" pues tiende a reducirse, para que voy a engañaros. Y no es que yo busque nada tan especial o extravagante que sea imposible de encontrar ¿eh? os lo aseguro. Pantalones, algún vestido, vestidos para un par de bodas, quizás algún peto,...cosas de lo más normales vaya. Pues bien, empiezo con mi búsqueda, priorizando, lo más urgente primero. Vestidos de fiesta. Y voy pasando tienda por tienda. Y voy intentando probarme alguno y empiezo a recibir respuestas como "eres "demasiado" alta para los vestidos que tenemos", "lo siento, lo que nos ha quedado es "demasiado" pequeño para ti" y mi favorito "lo que tenemos es "demasiado juvenil" para tu edad", comentario del que aún intento recuperarme, y mi orgullo también, después de ser consciente de que tanto yo como mis 31 años tan mal llevados por lo visto, ya no somos adecuados para vestidos juveniles. Pero sigo, con el orgullo dañado pero sin intención de rendirme. Y vuelvo a cambiar de tienda, y otra, y otra. Y me voy probando. E increíblemente voy recibiendo respuestas similares. Y los días van pasando y mi ánimo disminuyendo, para ser sincera.

Y entonces, empiezo a pensar: "joder, ¿seré yo!" Y empiezo a plantearme si estaré tan rematadamente mal hecha que podría tatuarme "producto con tara" en la nuca. Pero es entonces cuanto tiro de las grandes dosis de autoestima y amor propio que acumulo en los más extraños rincones de mi cuerpo y pienso: ¿yo? ¡¡Los huevos!! No es culpa mía que mi más que normalito 1.72 sea considerado "demasiado" porque siguiendo esa estela, Nikole Kidman y su 1.80 debería ser considerada un orco horrible y digna merecedora de que sus pies fuera amputados a la altura de los tobillos.

Quizás todo sería menos complicado y menos "demasiado", si las marcas de ropa empezaran a darse cuenta de que por cada chica joven, de 1.65 cm, 50 kilos, pechos perfectos, talla 95, inmune a las leyes de la gravedad, y formas espectaculares más dignas de catalogo de lencería que de una vida cotidiana, somos 100 las chicas del montón que nos volvemos locas buscando algo que simplemente, y ya rebajando el listón, "no nos siente mal".

Pero no solo son los vestidos la fuente de problemas, ni es que yo sea "demasiado" exigente, ni "demasiado" mal hecha, lo juro, anónimos lectores. Es que el mundo de las moda ha perdido la cabeza hasta unos límites que exceden mi comprensión. Pantalones pitillos, tan pitillos que empiezas a plantearte el tener que realizarte una liposucción en los gemelos para conseguir tan siquiera que pasen la altura de tu rodilla. O zapatos con plataformas tales que hacen que la gente se vuelva a tu paso planteándose si conseguirás llegar a casa con los tobillos en el lugar que les corresponde. O tiros de pantalón tan bajos que te hacen dar gracias de que la depilación láser se haya puesto de moda y la gente no vaya enseñando el color natural de su pelo a diestro y siniestro. Aunque esto no sea un problema para todo el mundo, ya que para superarse aún más, a alguien se le ha ocurrido inventar los "tangajeans"... ¡Sin palabras!

Y para ti, ese que piensa que mi opinión es tremendamente exagerada, te propongo un reto. Hoy mismo, en plenas rebajas, acude a una tienda de ropa, la que desees, elige tú, y dirígete a la sección de vaqueros, y si el numero de pantalones talla 32 o 34 no solo supera sino que triplica a los de cualquier otra talla me veré obligada a darte la razón.

Porque ese es un tema que ya me enerva hasta el extremo: ¡las tallas!. Decidme algo: ¿tanta gente pulula por el mundo llevando una talla 32 o la 34? Porque quizás es que yo no me he fijado demasiado o quizás es que están todos pegados contra un muro arrastrados por una corriente de aire y son incapaces de llegar hasta la tienda para comprar las miles de prendas que siempre quedan de sus tallas pero lo cierto es que os juro que me resulta del todo incomprensible el empeño que las firmas siguen teniendo en fabricar cantidades tan absurdas de esas tallas. Porque ya de hablar de unificarlas, ¡paso!. Me he resignado a tener que llevarme al probador tres tallas distintas del mismo pantalón, y descubrir cual llevo en ese momento porque aunque parezca mentira, he llegado a entrar en una tienda con un pantalón de la 42 y salir con uno de la 38 de la misma marca, y ¡oye! una adelgaza con facilidad, pero 15 kilos en 15 minutos no soy capaz de perder, creedme

Así que en conclusión, quizás no es que yo sea "demasiado" peculiar, sino las firmas y tiendas de ropa, "demasiado" estultas para darse cuenta de el tipo de personas normales que tenemos nuestras visas entonando un "preparados, listos, ya!