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sábado, 20 de septiembre de 2014

Vivir soñando

Pasamos la vida soñando, anhelando hacer realidad historias que quizás hasta nosotros mismos sabemos que no llegarán a cumplirse y que aún así cuando eso pasa, cuando todo queda en un deseo vehemente de conseguir realizar nuestros sueños, nos llevamos la máxima decepción, obviando que en nuestra propia mente, que en ese pequeño rinconcito de nuestro subconsciente al que no nos gusta prestar atención, sabíamos que todo era un sueño, un deseo, un anhelo, una simple fantasía...

Soñamos desde niños, creando nuestras propias ilusiones, fantaseando con ese futuro perfecto que todos pensamos que está escrito para nosotros, y nos visualizamos así, como si en vez de sueños fueran imágenes premonitorias de las historias que estamos convencidos que acabarán ocurriendo. Y nos vemos sentados en una oficina,  vestidos con trajes propios del más acaudalado de los banqueros, colgados del teléfono y parando para comer una ensalada colorista servida sobre un extravagante plato en algún moderno restaurante más propio de cualquier película absurda en vez de vernos siendo parte de una cadena de montaje, sirviendo cafés en una simple cafetería de la periferia o lo que es peor, caminando fábrica tras fábrica,  mendigando un trabajo que sabemos perfectamente que van a negarnos.

Nos imaginamos llegando a casa, maletín en mano, o bajando de nuestro brillante coche nuevo, aparcando frente a nuestra preciosa casa adosada con el jardín bien cuidado en vez de vernos regresando agotados, con el uniforme de nuestro nefasto trabajo oliendo a sudor después de una agotadora jornada, bajando del coche con el que nos hemos conformado y que rezamos porque no de problemas, aparcando quizás a 6 manzanas de nuestro piso de 2 dormitorios en el que tenemos que soportar al peor de los vecinos.

Nos vemos casados, con unos preciosos niños que están esperando con una enorme sonrisa nuestra llegada a casa y una pareja a la que se le ilumina la mirada por el simple hecho de volver a vernos después de unas pocas horas separados en vez de visualizar los berrinche, las peleas por el mando, el simple "ya estoy en casa" dicho con un tono de tedio y desgana que denota la aplastante monotonía.

Soñamos con una aromática y humeante taza de café caliente,  desayunando en familia, periódico en mano, comentando quizás como pensamos que avanzará el día en lugar de pensar en desayunos precipitados, casi sin sentarnos, renegando por la hora, y maldiciendo el día de mierda que estamos convencidos que se nos avecina.

Nos vemos sanos, atléticos,  delgados,  perfectos sin pensar en en kilos de más,  en dolores de espalda, en pies doloridos por el trabajo y esa masa horrenda que rodea nuestra cintura que hagamos lo que hagamos nunca nos abandona.

Fantaseamos con jornadas de compras, visa en mano, cenas en modernos restaurantes de platos con extravagantes ingredientes, rodeados de amigos rememorando anécdotas de historias imposibles y copas de alcohol servidas con brillantes hielos que parecen indestructibles en lugar de vernos cenando platos de cocina rápida,  servidas en bandejas d poliestireno reciclado,  mirando las etiquetas de cada prenda cuestionando si podemos permitirnos ese gasto y posponiendo nuestras reuniones sociales a ese día en que nos lo permite nuestra economía y las obligaciones laborales.

Soñamos con noches apasionadas, almohadas de plumas, flores en la mesa. Con caricias bajo la mesa. Con confidencias al oído.  Soñamos con preciosos vestidos o domingos soleados disfrutando del campo. Fantaseamos con historias de película.  Con detalles inesperados. Con mensajes de amor. Con llamadas por sorpresa en vez de pensar en ronquidos,  noches de insomnio o zapatillas de oferta para bajar al parque más cercano.

Vivimos desde niños fantaseando con una realidad que solo unos pocos están destinados poseer. Soñando, idealizando, codiciando y aun así, pese a todo, quizás sea mejor vivir soñando...

viernes, 10 de enero de 2014

¿Hasta cuando?

Creo que ha llegado el momento de declarar al telediario uno de esos programas vetados para mi, y es que creo que ya he llegado a un punto en el que soy incapaz de verlo sin acabar soltando algún juramento impropio. Lo que sí está del todo claro es que nos hemos convertido en un país de mediocres conformistas que tragamos lo que nos impongan, y que somos los mejores en exponer nuestras opiniones o críticas en nuestras sobremesas en familia o en nuestras redes sociales, pero que no tenemos un par de huevos para echarnos a la calle y decir "hasta aquí" (y que conste que en el "somos" me incluyo también).
O de salir de una vez por todas a dejar claro que nos hemos cansado de ser dirigidos por unos corruptos fascistas miserables, y desde mi punto de vista, también un poquito hijos de puta, todo hay que decirlo.

Os voy a contar una historia: una vez, hace años, me rompí el cúbito a la altura del codo, rotura que os puedo asegurar que fue dolorosisima y que necesito meses para recuperarse. Y tiempo después, también me fracturé una costilla, cosa que como podéis imaginar es también sumamente dolorosa, y de curación muy costosa, pero por ninguna de estas roturas necesité ser ingresada. Y años después, mi hermano fue sometido a una operación de nariz por una rotura de tabique en la que necesitó anestesia general pero en la que tampoco fue ingresado y pudo regresar a casa el mismo día de la cirugía.
Podría seguir, pero seguro que a estas alturas ya estaréis pensando que me he vuelto loca y he empezado a contaros cosas que no vienen al caso. Pues no, para nada.... Todo esto viene por esto:


La nueva estadística de Mato sobre maltrato sólo incluirá a las hospitalizadas más de 24 horas

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad estudia añadir el número de mujeres heridas por violencia machista al recuento de víctimas, pero sólo tendrán esta consideración las que permanezcan en el hospital más de un día

Pues por esto venían mis anécdotas. Después de leer esto, yo me pregunto, que tipo de paliza ha de recibir una mujer para precisar un ingreso hospitalario si no te ingresan por huesos rotos u operaciones que requieren anestesia general. 
O como debe de sentirse después de recibir una paliza que la deje magullada, amoratada, ensangrentada, humillada y dolorida pero que por no requerir hospitalizacion no sea considerada como una víctima de maltrato.
No sabe usted señora Mato (ministra de Sanidad, Serv. Sociales y bla bla bla) lo a gusto que le daba yo dos buenas hostias después de leer noticias como estas, pero sin hospitalizarla claro, dos hostias de esas en toda la cara que la dejen como nueva, pero que no son maltrato para usted.

Y en este tipo de país vivimos, en uno que consiente este tipo de leyes absurdas.

En uno que consiente que la pena por practicar un aborto consentido sea de 6 a 24 meses mientras que la pena por violación no supera los 48 meses, siempre y cuando sea vaginal eso si, porque bucal o anal se queda en unos miserables 12 meses de condena.

Un país que permite que asesinos confesos o con sobradas pruebas de culpabilidad se paseen impunemente por la calle amparándose en una nefasta ley del menor que permite que animales (porque llamarles personas me resulta imposible) como Rafael García Fernandez "El Rafita", disfrute de libertad, tras solo cuatro míseros años de condena, después de que, junto con otros tres indeseables, violaran, apalearan, atropellaran y quemaran viva a Sandra Palo.

O que obliga a los padres de una niña asesinada que no han tenido ni siquiera la oportunidad de encontrar y enterrar los restos de su hija a pagar las costas del juicio contra los asesinos.


Los padres de Marta del Castillo, condenados a pagar más de 2.000 euros

Antonio del Castillo y Eva Casanueva deben abonar las costas del juicio al hermano de Carcaño y Samuel Benítez

Si nos ponemos a investigar un poco noticias internacionales podremos averiguar casos como el de Chris Huhre, Ministro de Energía británico, que dimitió de su cargo tras descubrirse que pidió a su exmujer que aceptara por él una infracción de tráfico y la consiguiente retirada de puntos en el carné de conducir a fin de evitar que le fuera retirado.
El de Fernando Herrero, Ministro de Hacienda de Costa Rica, que dimitió tras descubrirse que no actualizó el valor de sus propiedades, lo que le permitió ahorrarse unos 445€ anuales.
O el de Maehara, Ministro de Exteriores japonés que renunció a su cargo tras admitir que había recibido una donación de una surcoreana de unos 435 €, algo prohibido por la legislación nipona.

Y aquí, sin embargo, tenemos que aguantar cosas como estas:


63 Diputados con casa en Madrid cobran Dietas por alojamiento

Dietas que ascienden a más de 1800 € mensuales para alojamiento y comida.

 O estas:


Rajoy y nueve ministros cobran hasta 1.800€ mensuales del Congreso por gastos ficticios


Que digo yo, que si consideran que un diputado necesita 1800 € para manutención, no le encuentro la lógica a que se permita que familias de 4 miembros malvivan con subsidios ridículos de apenas 400 €, pero claro, eso lo digo yo, que no soy lo suficientemente inteligente para llegar a diputada por lo visto...

Y si esto fuera todo pues bueno, pero no.... Consentimos que marquen nuestro Salario Mínimo Interprofesional en unos miserables 645 € mientras nuestro Presidente se embolsa más de 6500 € Brutos/mensuales o sus ministros tienen un sueldo de 70000 €/anuales.

Consentimos que la alcaldesa de nuestra denostada y ridiculizada capital, Ana Botella, condene a pagar 750 € de multa a las personas que se ven obligadas a dormir en la calle o ejercer la mendicidad tras ser despojadas a la fuerza de sus viviendas, mientras ella se se dedica al "relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor" mientras se embolsa los 90.000 € anuales con los que está dotado su cargo.

O que el discapacitado mental de nuestro Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, modifique y radicalice la ley de aborto, haciéndonos retroceder 50 años en nuestra ya ridícula y vergonzosa historia, mientras y para colmo  tenemos que aguantar declaraciones suyas diciendo:
"la discapacidad no puede significar un trato desigual y una merma en derechos. Y esa no discriminación debe aplicarse también a los concebidos y no nacidos" o "Me siento profundamente identificado con la discriminación por razón de discapacidad en España"

Entonces, no discriminar a un "ser humano" por el simple hecho de no haber nacido implica que yo, embarazada de 4 meses, este año ya podré incluir a mi hijo en la declaración de la renta, y así beneficiarme de las desgravaciones que supone ¿no es así?  Porque de lo contrario iría en contra de esa absurda pseudoprogre mentalidad suya y me sentiría totalmente discriminada. Ah! Perdón,  que a veces se me olvida que en este país somos muy del refranero popular y aplicamos a la perfección la máxima de "Hecha la ley, hecha la trampa".

Pues bien, señor Gallardón, desde aquí solo decirle que no me extraña que se sienta "profundamente identificado" porque su discapacidad mental supera los límites de lo humanamente conocido, y que si tanto le preocupan los derechos de los discapacitados, preocúpese más por asegurarles una vida digna, revisando antes de nada la ley de dependencia.

Y después de todo esto, de acabar aburrida de casos como el de Gao Ping. Después de ver como nuestras propias Infantas o sus consortes veranean sobre ostentosos yates pese a estar más que clara su implicación en asuntos cuanto menos "delictivos". De ver a suegras de toreros o tonadilleras condenadas y aun así paseando sus miserias por programas del corazón. Después de aguantar sentencias absurdas, leyes indignantes, políticos corruptos,... Después de permitir que nos hagan vivir en la más profunda de las crisis, de aguantar que nos obliguen a apretarnos el cinturón más allá de lo soportable, después de tragar cada día con tantas y tantas cosas como a nuestros dirigentes les salgan de los mismísimos huevos, y de soportar ministros "discapacitados" y ministras del todo imbéciles, solo me queda preguntarme: ¿Hasta cuando?


lunes, 6 de enero de 2014

37 días de mi vida.....

Llevo exactamente 37 días sin sentarme a escribir.  37 días en los que no es que haya habido una falta de noticias sino tal vez de ganas, o quizás de inspiración...... 37 días en los que han ocurrido tantas cosas que sería incapaz de enumerarlas y sin embargo, y a su vez, que parecen que han pasado como un suspiro sin nada interesante ni relevante....

En tan solo 37 días la vida ha cambiado radicalmente y sin embargo, tras 37 días todo sigue siendo igual. He visto cambiar de nuevo de estación, han cambiado las temperaturas, las horas de sol, ha cambiado hasta el año, pero la vida a seguido como si nada, como si esos cambios fueran algo tan trivial como insignificante.


En 37 días he visto pasar a una nueva vida de apenas 15 gramos a casi 200, de unos pocos milímetros a varios centímetros,  de algo informe y amorfo a una figura definida, llena de vida, casi independiente. He visto evolucionar una nueva vida, formarse un nuevo ser y pese a ello, las cosas han seguido igual,  sin que ni un solo ápice de la humanidad haya sufrido el mas mínimo cambio.....

He visto como durante estos 37 días la gente ha sufrido,  protestado, se ha manifestado y reivindicado sin que las cosas cambiaran lo mas mínimo. He visto como mis amigos  perdían seres queridos, perdiendo con ello una parte de su vida, y sin embargo, esa misma vida ha seguido adelante, como si nada, sin inmutarse ni un solo segundo.....

En estos 37 días he sentido miedo, alegría, tristeza y pánico.  He reído, muchísimos,  y llorado mas aún.  He suspirado, soñado y deseado. He sentido la falta de aliento o como el tiempo se detenía por un instante para mi, y sin embargo, ese mismo tiempo no se ha ralentizado ni siquiera un mísero momento.....

En apenas 37 días he escuchado y leído noticias indignantes. He soportado absurdas sentencias y perdido los nervios y la paciencia con decisiones ridículas. He visto a la gente ofendida, enervada, desquiciada. Escribiendo y expresando opiniones tan racionales como realistas, de esas que parece que van a marcar la diferencia y sin embargo, las cosas han seguido como si nada, como si esas opiniones nunca hubieran sido expresadas. Como si esos sentimiento nunca hubiesen sido sentidos.....

Han pasado 37 días,  con sus 37 noches.  Ha habido 37 nuevos amaneceres y 37 ocasos y la vida ha seguido como si no hubiera pasado ni un solo minuto.....

En estos 37 días personas nuevas han entrado a formar parte de mi vida,  y otras han salido de ella sin marcar la diferencia. He charlado, me he sincerado, he escuchado y opinado. He soñado con cuentos de hadas y vuelto una y mil veces a la realidad. He pasados horas intentando encajar las piezas de un puzzle más por sentimiento que por diversión. He dormido, despertado y trasnochado. He empezado 37 nuevos días como si de 37 nuevas oportunidades de vida se tratasen y sin embargo mi vida sigue igual, sin ningún cambio que haya marcado la diferencia.....

En definitiva, que los días cambian, las horas pasan. La gente siente, las cosas ocurren. Lloramos, reímos, sentimos, soñamos, deseamos, dormimos y despertamos. Sufrimos y disfrutamos pero la vida sigue, y seguirá,  sin pararse ni un segundo a observar los cambios, por mucho que hayan pasado....37 días.....